REGISTRO DE AVES
GLOBAL BIG DAY / EBIRD / SIB
Los COA de Patagonia apoyamos eventos de esta envergadura e impulsamos que más gente se sume a esta actividad, registrando sus observaciones en bases de datos como eBird o el SIB. EBird Argentina es un proyecto colaborativo administrado por Aves Argentinas en asociación con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Presidencia de la Nación y el Sistema Nacional de Datos Biológicos - SNDB-.
¿Qué es el GLOBAL BIG DAY?
Es el evento mas grande de observación de aves en el mundo.
Todos los años se lleva a cabo el Global Big Day (GBD) con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de la conservación de las aves y el riesgo que las acecha. Es una jornada en la que la gente de todo el mundo registra colectivamente el mayor número posible de especies de aves en un país. No se compite con nadie por el avistamiento global, sin embargo, en cada país, se trata de ver el mayor número posible de especies de aves.
Sin embargo, este año tuvimos un escenario diferente y pese a ello nada nos impedia observar las aves que nos rodean, las aves que nos acompañan con sus cantos y vuelos alrededor de nuestros hogares o centros de cuarentena.
Por esta razón, el Global Big Day 2020 destino el 9 de mayo de este año como el día central. Desde las 00:00 horas hasta el final del día, cualquier persona pudo registrar las aves en su jardín, sus balcones, sus ventanas; es decir, cerca de su hogar.
El GBD es organizado por el Cornell Lab of Ornithology de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos. Ellos además crearon eBird que es la plataforma usada para recoger la información generada y poder medir la participación.
EBIRD
eBird comenzó con una idea sencilla – que cada pajarero tiene conocimientos y experiencias únicas. Su objetivo es colectar esta información en forma de listas de aves, archivarla, y compartirla de forma gratuita con el fin de habilitar nuevos enfoques basados en datos para la ciencia, la conservación y la educación. Al mismo tiempo, desarrollaron herramientas para que pajarear sea más gratificante. Desde permitir el manejo de listas, fotos y grabaciones de audio, hasta ver mapas de distribución de especies en tiempo real, y recibir alertas que le permitan saber cuándo se han observado especies. E-Bird es el proyecto de ciencia ciudadana relacionado con biodiversidad más grande del mundo, con más de 100 millones de registros de aves contribuidos cada año por los eBirders alrededor del mundo. Una iniciativa colaborativa que cuenta con cientos de organizaciones socias, así como miles de expertos regionales, y cientos de miles de usuarios. eBird es manejado por el Laboratorio de Ornitología de Cornell.
Los datos de eBird documentan la distribución, abundancia, uso de hábitat y tendencias de las aves a través de listas de especies recolectadas dentro de un marco científico simple. Los pajareros indican cuándo, dónde y cómo fueron a pajarear, y luego llenan una lista de chequeo de todas las aves observadas o escuchadas durante la jornada. La app móvil de eBird permite la recolección de datos sin conexión a internet en cualquier parte del mundo. La página web provee muchas formas de explorar y resumir tanto sus datos como otras observaciones realizadas por la comunidad global de eBird.
eBird está disponible en todo el mundo, abarcando una red de socios locales, nacionales e internacionales. eBird colabora de forma directa con cientos de grupos de socios para proveer portales regionales de registro de datos, buscando alcances, compromisos e impactos a nivel local.
La calidad de los datos tiene una importancia crítica. Al ingresar sus registros, los observadores reciben una lista de las especies que son probables para esa fecha y región. Estos filtros para las listas de chequeo son desarrollados por los mejores expertos en distribuciones de aves en el mundo. Cuando se reportan aves inusuales, o se reportan conteos muy altos, los expertos regionales revisan estos registros.
Los datos de eBird son almacenados en instalaciones seguras, archivados diariamente, y son de libre acceso para cualquier usuario. Los datos de eBird han sido utilizados en cientos de decisiones de conservación y artículos revisados por pares, miles de proyectos estudiantiles, y ayudan a informar la investigación de aves en todo el mundo.
Ebird, reglas y buenas prácticas
A medida que la base de datos eBird crece, se vuelve cada vez más valiosa. Tus observaciones marcan una gran diferencia en nuestra comprensión de las aves a todos los niveles. Desde poner a disposición más información para los observadores de aves hasta el uso de eBird para la ciencia. Sin embargo, no todas las observaciones tienen el mismo valor. Estos son nuestros consejos para asegurarte de que estás utilizando eBird de la mejor manera posible. Para obtener más detalles sobre cómo maximizar el valor de tus listados de observaciones, dedicale unos minutos al curso breve y gratuito de eBird Essentials.
Seguir los requisitos básicos para los listados de observaciones
Fecha (un único día del calendario)
Ubicación (una localidad específica seleccionada en un mapa
Aves vistas u oídas (o si no se detectaron aves, puedes subir un listado vacío)
Observador (mínimo un observador)
No tener alguno de estos 4 elementos significa que los datos no son adecuados para eBird. Algunos ejemplos habituales son aquellos listados que no incluyen una ubicación específica o avistamientos que abarcan varias fechas. Si estabas en otro país o tenes avistamientos que abarcan varios días, ingresá estos utilizando las pautas de E-Bird para los Listados vitalicios.
SISTEMA DE INFORMACIÓN DE BIODIVERSIDAD -SIB-
En nuestro país la Administración de Parques Nacionales tiene un proyecto de ciencia ciudadana con fines similares. Es el Sistema de Información de Biodiversidad.
En el SIB se recopilan, clasifican, ordenan y se ponen a disposición pública la información de carácter biológico sobre las especies y áreas protegidas de Argentina.
Ciencia ciudadana, participativa o comunitaria son algunas de las formas de llamar a la participación pública en esfuerzos de investigación organizados. En otras palabras, es una investigación que integra el trabajo de científicos profesionales junto al ciudadano común, para la construcción colaborativa del conocimiento.
La ciencia ciudadana puede hacer una contribución útil a la conservación. El compromiso público, el aprendizaje científico, la socialización y la sensibilización suelen ser resultados importantes de los programas de ciencia ciudadana (Conrad y Hilchey 2011, Lowry y Fienen 2013, Tulloch y otros 2013). Hoy en día, las aplicaciones de Internet y de SIG permiten reunir grandes cantidades de datos ecológicos de localización y presentarlos electrónicamente a bases de datos centralizadas (Dickinson y otros 2012), lo que simplifica la recolección de datos y los análisis posteriores.
CIENCIA CIUDADANA. Diego Golombek
La ciencia ciudadana o demociencia (una especie de democracia científica) trata de hacer avanzar al conocimiento científico más allá de las fronteras del laboratorio o el trabajo de campo tradicional. Se trata de promover proyectos de investigación que integren entre sus actores principales a científicos de profesión con el ciudadano común para la construcción colaborativa del conocimiento.
La participación abierta en los proyectos de investigación es una forma de apropiación social de la ciencia como ninguna otra, ya que los ciudadanos se vuelven los actores principales de esta historia. La clave para esta iniciativa es tomar la ciencia como una actitud y tener la capacidad de maravillarse y generar preguntas con las cosas o situaciones que enfrentamos todos los días.
A continuación, se presentan algunos ejes esenciales de la ciencia ciudadana:
1.- El ciudadano es clave para el alcance de la investigación
Los ciudadanos científicos son aquellas personas que se integran a un proyecto de investigación y colaboran con la recolección sistemática de datos críticos, generalmente sobre cosas que se encuentran a su alrededor.
Por ejemplo, el comportamiento de las abejas en los jardines de nuestras casas, alertas de plagas, estudios de especies invasoras, detección y grabación de dialectos en el canto de las aves. Esta información ayuda a analizar huellas del cambio climático, observar fenómenos astronómicos, medir el temblor de la Tierra, entre otros casos.
2.- Los proyectos son colaborativos
Los proyectos de ciencia ciudadana son abiertos para todos los que quieran involucrarse: alumnos, maestros, familias, trabajadores, jubilados. Solo se trata de tener entusiasmo y ser rigurosos en las ganas de observar y registrar datos.
Los proyectos pueden basarse en juegos con los que, sin saberlo, se aportan intuiciones y racionalidades a algún problema particularmente difícil de resolver. Otras veces, requiere utilizar una app en la que se vuelquen datos que alimenten una base regional y, a veces, internacional.
Por ejemplo, el portal Observadores del Mar, que comenzó Cataluña y luego se expandió por toda España, permite que buzos, bañistas, pescadores o navegantes colaboren recolectando datos sobre el mar, los suban al portal para luego ser validados por especialistas. Los científicos no pueden estar en todas partes, sin embargo, con la ayuda de los ciudadanos, se pueden expandir los lugares observados, permitiendo estudiar especies, detectar fenómenos de cambios, acumulación de basura, entre otras cosas.
3.- Se debe garantizar la retroalimentación
La ciencia ciudadana depende de una fuerte interacción entre los ciudadanos los cuales aportan su tiempo y sus capacidades para compilar datos a su alrededor; y los científicos quienes aportan sus conocimientos y enseñan métodos tanto para compilación como para el procesamiento de esos datos.
Muchas de estas iniciativas dieron origen a papers científicos en destacadas revistas; todas ayudaron a poner un problema en otra escala, otra perspectiva que permitió una mejor comprensión del mundo. Por ejemplo, en el estudio “La prevalencia invisible de la ciencia ciudadana en investigación global: aves migratorias y cambio climático” (The invisible prevalence of citizen science in global research: migratory birds and climate change), Cooper et al estudiaron las contribuciones de la ciencia ciudadana a un estudio con revisión por pares sobre 10 afirmaciones del impacto del cambio climático en la migración aviar, y encontraron que entre 24 y 70% de las fuentes que sustentaban cada afirmación provenían de estudios basados en ciencia ciudadana.
De esta manera, la ciencia ciudadana permite la colaboración abierta para el estudio de fenómenos, investigaciones y descubrimientos científicos. Aunque no la veamos, la ciencia siempre está.